jueves, 26 de junio de 2014

El poder y la violencia en "Don Álvaro o la fuerza del sino" y "Bodas de sangre"

Poder y Violencia en las obras “Don Álvaro o la fuerza del sino” y “Bodas de sangre”.



Don Álvaro o la fuerza del sino.
Se trata de una obra del Duque de Rivas. Hace triunfar al Romanticismo en el teatro español. La acción se desarrolla en Sevilla, Italia y el Monasterio en el que conviven ambos amantes sin saberlo.
La violencia en la obra.
La obra de Don Álvaro está llena de violencia, además de las muertes que conlleva esto.
Por ejemplo, podemos ver este tipo de violencia cuando Don Álvaro mata sin querer al Marqués de Calatrava (padre de Leonor), y también en los enfrentamientos que existen con Don Alfonso y Don Carlos (hermanos de Doña Leonor), en el que ambos salen heridos de muerte.
Esto lo podemos relacionar con la pistola, que es el arma con la que muere el Marqués de Calatrava, y la espada, que es el instrumento con el que se enfrentan en los duelos los hermanos de Doña Leonor con Don Álvaro.
El poder en la obra.
En esta obra, principalmente, el poder lo tiene el padre de Doña Leonor, el Marqués de Calatrava, pues ejercía sobre las decisiones de su hija, como por ejemplo, con quién se tenía que casar. No quería que su hija estuviera con Don Álvaro, ya que no lo conocía y no se fiaba de él. El padre tiene un papel de protector con su hija, por eso cuando ambos amantes se escapan juntos, él va en busca de ellos para detenerlos, y esa misma noche es en la que muere.
Luego, tenemos otra clase de poder como es el del destino. Don Álvaro tiene los deseos frustrados y no puede controlar su propio destino. Ninguna de sus acciones evita su desgracia. El destino es el que finalmente le lleva al suicidio.
Otro tipo de poder que podemos ver en esta obra es el de la pasión. Si no hubiera existido la pasión, los amantes no hubieran escapado. Es esa pasión que sienten lo que les lleva a huir y poder estar juntos.
Y por último, el poder de la honra, que este, más bien, lo manifiestan los hermanos de Doña Leonor (Don Alfonso y Don Carlos), que buscan a Don Álvaro para vengar la muerte de su padre. En el caso de Don Carlos, cuando se entera quien es verdaderamente Don Álvaro, lo reta a un duelo, pues lo quiere matar, y en el caso de Don Alfonso, lo busca para vengar la muerte de su padre y hermano. Finalmente acaban heridos de muerte a manos de Don Álvaro.
Bodas de sangre.


Es una tragedia escrita por Federico García Lorca en 1931. Está basada en hechos reales.
La violencia en la obra.
 La violencia está representada por reyertas, peleas, asesinatos, suicidios…
Dicha violencia la podemos relacionar con una serie de símbolos como son la navaja o el cuchillo, la luna que representa la muerte, el caballo, el agua, la mendiga…
La navaja es uno de los más importantes, pues al principio de la obra la Madre lo menciona por el miedo que le tiene ya que fue con el arma que mataron a su hijo y su marido.
Madre: (Entre dientes y buscándola) La navaja, la navaja... Malditas sean todas y el
bribón que las inventó.
Las alusiones de las armas no solo son indicios de la obsesión de la Madre, sino también de símbolo de fatalidad y sirven para advertirnos sobre el trágico final de la obra. Por eso, en la obra se empieza hablando de la navaja y se termina hablando de la misma por el hecho de que fue con una navaja con lo que murieron Leonardo y el Novio.
El poder en la obra.
En este caso, quién tiene el poder es la Madre, por ser quién manda sobre las decisiones de su hijo. Lo protege mucho porque es le único hijo que le queda y no quiere que le pase nada ni que sufra. Esto le lleva también al poder de la honra, cuando Leonardo y la Novia huyen juntos y ella manda a se hijo a la persecución y duelo que finalmente acaba en muerte.
Otro poder que representa la Madre es el de odio hacia Leonardo por pertenecer a la familia de los Félix, que fueron los autores del asesinato de su hijo y marido.
Y, por supuesto, en esta obra también tenemos el poder de la pasión, que es aquella que impulsa a Leonardo y la Novia a escapar juntos. 

El poder y la Violencia en "La paz perpetua"

El poder y la violencia en La paz perpetua.


La paz perpetua fue escrita por Kant en el 1795. El objetivo el cual quiso conseguir su autor fue encontrar una estructura mundial y una perspectiva de gobierno para cada uno de los estados en particular que favorezca la paz. La propuesta de paz de Kant se basa en la creación de una federación de Estados independientes. 
Los personajes de la obra son animales (perros), con los nombres de John, Enmanuel y Odín. Hay un solo personaje humano y aparece en la obra como "El Humano". 

En la obra vemos violencia tanto física como verbal. Un ejemplo de ello es un enfrentamiento que tienen Odín y Enmanuel, como podemos observar aquí :

Enmanuel.— ¿Puedes ayudarme, amigo? Estoy enfermo.
Odín.— Ni yo soy tu amigo ni tú estás enfermo.[...]Nos drogaron, es lógico.
Enmanuel.— ¿Qué eslógico? ¿Que nos droguen?
Odín.—No quieren que sepas dónde estás. Es lógico.
[...]
Enmanuel.—Mi nombre es Enmanuel.
Ofrece su mano a Odín, que la ignora

Estos conflictos aparecen por la competitividad que tienen por conseguir el "collar blanco", que será para el mejor. 
Otro ejemplo donde podemos ver violencia es en el momento donde le pregunta a John, Enmanuel y Odín que significa para ellos el terrorismo, en una prueba de examen que deben pasar. 
Las últimas palabras de Enmanuel, antes de que le maten sus dos compañeros, son dirigidas a Isabel, a quien no pudo salvar de la explosión de una bomba.

HUMANO Hay vidas en juego. ¿Cuántas está dispuesto a sacrificar a sus palabras? Inocentes como Isabel. Isabel estaría viva si hubiéramos sabido que aquella bomba estaba allí, esperándola. Usted no vio la bomba a tiempo. ¿En qué estaba pensando, Enmanuel? ¿En qué está pensando, mientras Isabel se acerca a a esa bomba? Piense en ella, Enmanuel.
ENMANUEL No dejo de pensar en ti. Sé que a ti te daría vergüenza. Tú sentirías vergüenza. 

Finalmente acaba muriendo Enmanuel. 

El Humano es uno de los que tiene el poder en la obra, pues representa la soberanía. También tiene el poder de dominar a los perros psicológicamente con las palabras y convencerlos que de hagan lo que él quiere.  
Otro de los personajes que reflejan dicho poder es el "jefe" de los perros (Casius), por tener el poder de decisión y mandato sobre los perros que estaban pasando las pruebas para conseguir el collar blanco.
Todos quieren impresionar a Casius.
También, podemos ver otra clase de poder que es el de la competitividad por conseguir ser el mejor, conseguir llegar al final, superar las pruebas y conseguir el deseado collar blanco, que para ellos, es muy importante. Cada uno lucha por lo suyo y no tienen miramientos por sus compañeros. En una de las conversaciones que podemos observar en la obra, vemos como Odín intenta poner a Jonh en contra de Enmanuel, para así que éste se enfrente con él y deshacerse de ellos.



MAYORGA,J.(2009),La paz perpetua,KRK, Oviedo.

La paz perpetua

Autor y obra


En esta nueva entrada, me centraré en la vida y obra del autor de la obra La paz perpetua, Inmanuel Kant.

Fue un filósofo alemán, hijo de un modesto guarnicionero, fue educado en el pietismo. En 1740 ingresó en la Universidad de Königsberg como estudiante de teología y fue alumno de Martin Knutzen, quien lo introdujo en la filosofía racionalista de Leibniz y Wolff, y le imbuyó así mismo el interés por la ciencia natural, en particular, por la mecánica de Newton. 
Tras doctorarse en la Universidad de Königsberg a los treinta y un años, ejerció en ella la docencia y en 1770, después de fracasar dos veces en el intento de obtener una cátedra y de haber rechazado ofrecimientos de otras universidades, por último fue nombrado profesor ordinario de lógica y metafísica.
La vida que llevó ha pasado a la historia como paradigma de existencia metódica y rutinaria. Es conocida su costumbre de dar un paseo vespertino, a diario a la misma hora y con idéntico recorrido, hasta el punto de que llegó a convertirse en una especie de señal horaria para sus conciudadanos; se cuenta que la única excepción se produjo el día en que la lectura del Émile, de Rousseau, lo absorbió tanto como para hacerle olvidar su paseo, hecho que suscitó la alarma de sus conocidos.

Se suele dividir la obra de Kant en dos periodos: el precritico y el critico. El primero de ellos abarcaría toda la actividad filosófica kantiana hasta la "Disertación" de 1970 y el segundo su actividad filosófica posterior en el que desarrolla su pensamiento en una direccion distinta cuyas lineas fundamentales expone en la "Crítica de la razón pura". Algunos estudiosos de Kant no obstante distinguen dos fases en el periodo precrítico: la primera hasta 1755 según unos o 1760 según otros en la que predominaría en Kant el interés por la física y las ciencias en general; la segunda, hasta 1770 coincidiendo con su actividad como Privatdozent en al Universidad de Königsberg, dominada por preocupaciones metafísicas. Sus obras en los dos periodos son:

Periodo precrítico:

1747 "Pensamientos sobre el verdadero valor de las fuerzas vivas"
1755 "De igne" ("Sobre el fuego", presentada como tesis doctoral)
1755 "Historia natural general y teoría del cielo"
1755 "Nueva dilucidación de los primeros principios del conocimiento metafísico"
1762 "La falsa sutileza de las cuatro figuras silogísticas"
1762 "El único fundamento posible de una demostración de la existencia de Dios"
1764 "Investigación acerca de la distinción de los principios de la teología natural y de la moral"
1764 "Observaciones acerca del sentimiento de lo hermoso y lo sublime"
1766 "Sueños de un visionario, comentados por los sueños de la metafísica"
1770 "De mundi sensibilis atque intelligibilis forma et principiis" ("De la forma y de los principios del mundo sensible y del mundo inteligible") más conocida como la Disertación de 1770.

Periodo crítico:
1781 "Crítica de la razón pura"
1783 "Prolegómenos a toda metafísica futura"
1784 "Ideas para una historia universal en clave cosmopolita"
1784 "¿Qué es la Ilustración?"
1785 "Fundamentación de la metafísica de las costumbres"
1785 "Sobre los volcanes de la luna"
1786 "Primeros principios metafísicos de la ciencia natural"
1786 "Fundamentos metafísicos iniciales de la cosmología"
1787 Segunda edición de la "Crítica de la razón pura"
1788 "Crítica de la razón práctica"
1790 "Crítica de la facultad de juzgar"
1791 "Sobre el fracaso de todos los intentos filosóficos en teología"
1793 "La religión dentro de los límites de la mera razón"
1793 "En torno al tópico: tal vez eso sea correcto en teoría, pero no sirve para la práctica"
1795 "Hacia la paz perpetua"
1797 "La metafísica las costumbres"
1797 "El conflicto de las facultades"
1798 "Antropología desde el punto de vista pragmático"



Inmanuel Kant



Los niños perdidos

El poder y la violencia en Los niños perdidos.





Laila Ripoll, la autora de esta obra de teatro que es una de las que pertenece a la "Trilogía de la memoria" nos cuenta la historia de cuatro niños huérfanos (Lázaro, Tuso, Cuchachica y Marqués) que se encuentran encerrados en el desván de un orfanato.
Habla sobre un episodio negro en nuestra historia más reciente: la de los niños muertos o desaparecidos en cárceles, trenes o albergues religiosos.
La acción se desarrolla al final de la Guerra Civil española y la inmediata posguerra.
Los niños reciben maltrato tanto psicológico como físico, y eso hace que les lleve a la muerte. La culpable de estas muertes parece ser una monja, que aparece en la obra como Sor. Ésta le da palizas hasta matarlos. A lo largo de la obra se descubre que en realidad Sor es Tuso imitándola y que los demás niños están en la imaginación de él, por lo que él es el único niño vivo. Al final de la obra se puede ver como el que mató a la monja fue él mismo tirándola por las escaleras después de ver como la monja le pegaba una paliza a Cucachica, Lázaro y al Marqués hiriéndolos de muerte.

El poder en esta obra de teatro, por una parte, lo tiene la monja (Sor) sobre los niños, pues aunque a lo largo de la obra aparezca imitada por uno de ellos y se descubra finalmente que está muerta, alguna vez esa monja existió y controlaba a esos niños en aquel desván. Allí los maltrataba de tal forma hasta matarlos. Aquel era el destino de los niños republicanos en esa época.
Estas voces recuerdan a los personajes antes de llegar al orfanato.

LAS VOCES: El aire. No me des más golpes. ¡No, al agua no! Tiene 
fiebre. A la enfermería. ¿Dónde está mi niño? Tengo hambre. Me duele. 
Destacamento hospicio. Todos al tren. Al desván por meón. Este niño 
está muerto. Mi hijo, quiero ver a mi hijo. Tu hijo está muerto. A este niño 
lo han matado a palos. No sé nadar. Tengo hambre. ¡Mamá! ¿Dónde 
está mi mamá? […] A tu padre lo han fusilado. ¡No me pegues más! 
Aceite de ricino. Tiene gusanos […] ¡Mi niño, no me quitéis a mi niño! 
Verdugos. Quiero salir.

Otro tipo de poder que se puede observar en la obra es el poder del franquismo en la época de la Guerra Civil española. Por ello, muchos de los niños tenían que ingresar en orfanatos. En estos hogares, la vida cotidiana de los niños estaba rígidamente reglamentada en torno a unas pautas disciplinares centradas en la instrucción religiosa y paramilitar, que incluía castigos colectivos tanto físicos como psicológicos.
Ingresaban allí porque sus padres habían sido fusilados por ser republicanos, o porque sus madres, viudas, no podían mantenerlos.
La obra refleja un pueblo que ignora la realidad, ignora su historia. Un largo condicionante en la religión y el poder impuesto, la España del hambre, de la discriminación. 

La obra está llena de violencia, pues en realidad, todos los niños están muertos menos uno, Tuso, que es el que le pone imaginación a toda la historia.  
La violencia está marcada desde un principio. La monja los visita todos los días para maltratarles, tanto física como psicológicamente. Les habla como si fueran animales domésticos y ellos responden como pequeños golfos de la calle. Son niños que no saben las consecuencias por las que se encuentran ahí encerrados, porque deben estar lejos de sus familias. No saben el sentido de las canciones que les enseñaron en brazo alto y desfilando. 

Sor: Uy, qué boba... ¿Pues no me he quedado traspuesto? ?Qué? ¿Que no salís?  Qué malísimos que sois, con las ganas que yo tengo de pasaros la manos por el lomo. 
[...]
¡Desagradecidos! ¡Cómo se nota la sangre que lleváis! 


Representación de Los niños perdidos






RIPOLL,L.(2010),Los niños perdidos,KRK,Oviedo

Los niños perdidos

 Análisis de los personajes de la obra de Los niños perdidos.


A continuación, voy a analizar los personajes de los que se compone esta obra de teatro titulada Los niños perdidos.

En esta obra aparecen cinco personajes, de los cuales cuatro son niños y el quinto lo forma una monja a la que llaman "Sor".
Los protagonistas principales son los niños, pues la obra y la acción gira en torno a ellos.Son hijos de republicanos y fueron encerrados en orfanatos. En este caso, los niños están encerrados en un desván. La monja tiene un papel fundamental en la obra también, pues es la culpable de lo que les pasa a los niños.



Empezaré hablando de la monja. Es un personaje que aparece desde el principio en la obra, pero a medida que vamos leyendo, nos damos cuenta de que ese personaje en realidad no existe, sino que es uno de los niños imitándola. En realidad si que existió, y a lo largo de la obra se cuenta como ésta murió, y fue por culpa de uno de los niños, Tuso, que al ver como maltrataba a sus tres compañeros, la arrojó por las escaleras y fue ahí donde murió.
Sor tiene un papel un tanto desagradable, pues aparece como maltratadora de los niños, llegandoles a insultar, humillándolos y despreciando su sangre. Finalmente, ella es la culpable de la muerte de tres de los niños.
Otro personaje importante es Tuso, que ya he mencionado antes. Tuso, uno de los niños, es el que parece más adulto de todos, intenta evitar las peleas entre sus compañeros y siempre es el que acaba consolando a Cucachica. Todo lo que pasa en la obra es recuerdo suyo Es el ve como la monja maltrata a sus compañeros y tras eso la empuja por las escaleras acabando así con su vida. 
Otro de los niños que componen esta obra tiene el nombre de Lázaro. Sus padres fueron llevados por los falangistas y él sigue teniendo un leve recuerdo de ellos. Es el niño más listo, pues es el primero que se da cuenta de que forman parte del recuerdo de Tuso. 
Cucachica, es el niño más pequeño de los cuatro. Recuerda mucho a su madre. Una de las historias que cuenta durante la obra, es el recuerdo que tiene de una vez cuando estuvo en un vagón de tren, donde vio morir a muchos niños y donde unos se meaban encima de otro. Es el más inocente de todos y siempre, Lázaro y el Marqués, lo tratan mal y es ahí cuando él busca a Tuso para que lo defienda. 
Y por último, el Marqués, que parece ser que viene de una familia adinerada,  pero también republicanos. Es el que más cambios de humor tiene, pues de repente está jugando con otro de sus compañeros como que se pelea con ellos. 

En conclusión, los niños tienen en común el ser de una familia de republicanos y por eso se encuentran encerrados en ese desván, de que parece ser, logran salir Lázaro, el Marqués y Cucachica al desvelarse que todo era producto de la imaginación de Tuso al final de la obra. 



RIPOLL,L.(2010),Los niños perdidos,KRK,Oviedo